jueves, 7 de enero de 2010

Palabras de infusión 3

El hombre del mundo no ha descubierto la vida,
no ha conocido la belleza que es su escencia,
expresada en armónica vibración de color cielo;
no comprende la vida y, en ese estado de confusión,
opta por fabricar basura y consumir venenos,
por llenarse de cosas superfluas, porque en el fondo se sabe vacío,
solo en medio de inmensos grupos de seres aislados,
anónimos, robotizados, huérfanos de afecto, carente de trascendencia,
desprovisto de mística, vacío de vida y, sin embargo, lleno de miedos,
lleno de pensamientos absurdos, saturado de frivolidad,
lleno de preocupaciones y pretextos
que fundamentan la estupidez existencial que caracteriza sus días.


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